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Yolanda Bedregal
OBRA - LITERATURA PARA NIÑOS - HISTORIA DEL ARTE PARA NIÑOS





GRABADOS

Publicado en La Razón el 26 de febrero de 1948

Dijimos que tanto Durero como Holbein fueron famosos como retratistas y grabadores. Así como el artista puede expresarse mediante el dibujo, la pintura al óleo al fresco, etc., puede también hacerlo mediante el grabado. Y ahora explicaremos en forma simple y general en que cosiste esta técnica o conjunto de procedimientos.

Para grabar en madera se toma una tabla, se dibuja sobre ella y luego se saca la madera que queda alrededor de las líneas del dibujo, resultando así este más alto que el fondo. Se pasa en seguida tinta sobre las líneas: la tabla está lista para ser impresa sobre el papel, tal como hacemos con un sello, valiéndose de la mano o de un rodillo de madera. El cuadro obtenido en blanco y negro es un grabado. El grabado en madera se llama xilografía, (una de las pocas palabras que en castellano empieza con x).

El grabado en metal es lo contrario. Se toma una plancha o lámina de cobre, por ejemplo; se la cubre totalmente con una preparación de cera y otras sustancias que forman una especie de barniz. Antes de ponerlo, hay que calentar la lámina a fin de que se derrita la cera. Una vez cubierta la plancha, se dibuja encima igual que sobre un papel corriente con un instrumentos puntiagudo, punzón o aunque sea una aguja de gramófono. Después se pone la plancha en una solución de ácido. El ácido, como es fuerte, ataca. “muerde” las partes que han quedado sin barniz. Cuando se cree que las líneas han sido bastante “mordidas” y profundas, se limpia la plancha, se la entinta; se vuelve a limpiar la superficie dejando la tinta en el dibujo y se la imprime sobre el papel mediante una prensa. Los cuadros que así resultan se llaman aguafuertes.

El grabado tiene la ventaja de ser más barato que el “óleo”; que los cuadros obtenidos son relativamente pequeños y pueden manejarse varios en una carpeta y que para realizarlos no se necesita un taller especial como en pintura. Por otra parte requiere una gran paciencia y habilidad. Se ha tardado muchísimos años hasta perfeccionarlo.

Los alemanes llegaron a una gran maestría en esta técnica. Durero grababa con tal seguridad y delicadeza que alguien dijo que al trazar una violeta o una hojita de yerba, lo hacía como si retratara a una amiga íntima cuyos secretos conocía profundamente.

La ilustración que acompaña es el retrato de un pequeño príncipe inglés hecho por Holbein. No es un grabado pero muestra que el manejo de él lo hacía capaz de pintar minuciosa y delicadamente, como puede verse en los detalles del juguete que tiene en las manos, de la pluma, de la gorra y la tela del traje.

La otra lámina es un grabado de Durero; representa al gigante San Cristóbal haciendo pasar el río al Niño Jesús.